Comunicación política para el diseño de futuros en democracia
- Alberto Ruiz Méndez

- 27 jun
- 2 Min. de lectura

Vivimos en una era donde los hechos importan menos que los likes, donde las emociones se imponen a la verdad, donde los hechos se negocian, las mentiras se viralizan y donde el poder político se decide entre memes y escándalos.
La posverdad ha reemplazado la búsqueda de la verdad por la seducción del impacto. Los autoritarismos se filtran por las plataformas como si fueran influencers. La cultura de la cancelación convierte el disenso en censura, y la urgencia de las redes impide pensar antes de reaccionar.

La posverdad, los autoritarismos digitales, la cultura de la cancelación y la inmediatez nos están dejando sin debate público. En este escenario, la libertad de expresión se convierte en un campo de batalla entre la responsabilidad y el derecho a opinar, entre el respeto y el ruido.
Así las cosas, el ejercicio de la comunicación política parece más una herramienta de manipulación que una vía de encuentro democrático porque, si alguna vez nos ayudó a organizar el discurso, hoy parece atrapada entre la propaganda, el entretenimiento y el algoritmo.
Pero ¿y si la comunicación política nos ayudara a transformar al mundo? Diseñar futuros desde la comunicación política implicaría imaginar nuevas formas de decir, escuchar y convivir. Su función sería guiarnos para abrir espacios para el disenso, para la pluralidad, para la dignidad, el diálogo y la construcción de una sociedad equitativa.

Diseñar el futuro de la sociedad democrática desde la comunicación política implica reconocer su poder no sólo para convencer o persuadir, sino para construir.
Frente a la posverdad: la ética de la veracidad. Frente a los autoritarismos: la narrativa del cuidado. Frente a la cultura de la cancelación: la pedagogía del diálogo. Diseñar futuros es construir puentes con palabras, no muros con consignas. Porque cada conversación, cada proyecto colectivo debe ser un ejercicio de escucha radical.
Diseñar futuros en un contexto de posverdad es una forma de resistencia. Y comunicar esos futuros… es comenzar a construirlos. Diseñar futuros en comunicación política es hacernos cargo de nuestras palabras, de nuestros silencios, de nuestras plataformas.

La comunicación política del futuro no se trata solo de quién tiene la voz más fuerte, sino de quién puede imaginar un mundo más equitativo. Y ese futuro, empieza hoy… con lo que decimos, cómo lo decimos, y con quién decidimos hablar sobre aquellos temas que nos importan a todos.



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