16.06.2025: Google AI Mode y su impacto en la comunicación digital
- Jorge Alberto Hidalgo Toledo
- 16 jun
- 4 Min. de lectura

Introducción
En un contexto marcado por un cambio estructural en la forma en que accedemos a la información—hoy mediada cada vez más por la inteligencia artificial—la tendencia central identificada es la implementación del modo IA en buscadores, liderado por Google. Esta dinámica abre dos vías convergentes: por un lado, la creación de un entorno comunicativo hiperinteligente; por otro, la erosión del ecosistema informativo tradicional. Según reportes recientes, salidas como Google AI Mode están reemplazando el modelo público de "enlaces azules" por respuestas generadas por IA, lo que ha provocado disminuciones contra los grandes medios cercanas al 50 % en tráfico orgánico .
Esta transformación tecnológica tiene profundos efectos sociales: la centralidad del lector se sitúa ahora frente a una "ventana única" dominada por algoritmos, lo cual modifica la capacidad colectiva de construir narrativas plurales y autónomas. Antropológicamente, anida un desplazamiento de la cultura del enlace y la investigación abierta hacia un consumo basado en respuestas compiladas por máquinas; una cultura de la credibilidad mediada por IA más que por la histórica confianza en una diversidad de voces. En términos éticos, emerge el dilema de la autoría y la retroalimentación de datos a estas herramientas sin compensación explícita para los productores de contenido original .
Culturalmente, la integración de IA en la búsqueda resitúa al periodismo clásico como interlocutor indirecto: sus relatos ya no se consumen por sí mismos, sino por medio de la interpretación algorítmica. Esto afecta el signo cultural —la relación simbiótica entre medios, comunidad y significación—, pues se imprime una capa de mediación entre la fuente y el lector. En el ámbito económico, la disminución de tráfico implica pérdidas sustantivas para las redacciones, lo que repercute en recortes, precariedad laboral y, en última instancia, en el debilitamiento de la producción de periodismo de calidad . Políticamente, el desplazamiento de la primacía editorial hacia entidades tecnológicas centralizadas amenaza principios democráticos esenciales, como la pluralidad, la transparencia y el contrapeso informativo.
Frente a este cuadro, es imprescindible cuestionar: ¿quién define lo que es veraz, relevante o valioso? Y, de fondo: ¿podemos confiar en máquinas como filtros de verdad, sin comprometer los pilares del periodismo y la comunicación crítica? La respuesta requiere resistir la seducción de la eficiencia y exigir, como comunidad, una arquitectura pública de verdad con IA que incluya transparencia, atribución y remuneración justa.
Resto de las tendencias
Inclusión de IA generativa en procesos editoriales: sistemas como IDEIA generan borradores, titulares y resúmenes en tiempo real, acelerando las rutinas editoriales hasta en un 70 %
IA en fact‑checking: países como Alemania y Ucrania desarrollan marcos regulatorios para integrar IA en la verificación de noticias
Alianzas prensa‑IA por integridad informativa: coaliciones globales piden transparencia en el uso de contenidos mediáticos, definiendo principios éticos
Crisis de tráfico en medios digitales: la migración hacia respuestas IA reduce enlaces tradicionales, impactando modelos de negocio
Adopción de IA en redacciones: Reuters Institute señala que 87 % de las salas informativas ya integran IA
Estrategias de monetización de IoT: desde seguros basados en uso hasta ciudades inteligentes, con proyecciones globales a USD 45 billones hacia 2034
Edge computing y los medios: descentralización de datos mejora latencia, posibilitando formatos inmersivos en tiempo real
Automatización en plataformas de streaming (FAST): adopción de IA para programación y publicidad en servicios gratuitos con anuncios
Realidad aumentada en wearables mediáticos: dispositivos AR integrados en experiencias informativas y publicitarias .
Micro‑momentos en consumo cultural: fragmentos ultracortos de contenido personalizado, impulsados por IA .
Consolidación de plataformas de video social: absorción de atención, publicidad y audiencia en detrimento de la TV tradicional .
Expansión dispositivos IoT: más de 16 mil millones conectados en 2024, proyectándose a 30 mil millones en 2025
Tendencia "AI slop": proliferación de contenido generado por IA de baja calidad genera preocupación ética
Estas tendencias emergen en diálogo directo o indirecto con la centralidad móvil del modo IA en buscadores, reforzando un paisaje mediático en transición, tecnocrático y fragmentado.
Análisis predictivo
A corto plazo (3–6 meses), asistiremos a:
Regulación y etiquetado obligatorio: se impondrán normativas que exijan transparencia en respuestas generadas por IA, con etiquetado claro de fuentes.
Nuevos acuerdos entre medios y tecnología: modelos de licencia y compensación para el uso de contenidos prototipados en fines algorítmicos.
Reforzamiento de IA educativa en comunicación: el impulso hacia competencias digitales en periodismo generará nuevas estrategias formativas .
A mediano plazo (6–18 meses):
Ecosistemas híbridos de descubrimiento: coexistirán buscadores tradicionales, IA conversacional y plataformas de contenido especializado, configurando una experiencia multiplataforma.
Diversificación de modelos de monetización digital: los medios combinarán suscripciones, licencias de contenido a IAs y formatos FAST como nuevas rutas de ingresos.
Ética del dato y soberanía comunicativa: se establecerán estándares globales sobre el uso de datos y atribución de contenidos en IA, surgidos de coaliciones mediáticas
En el horizonte de los próximos 3 años, podríamos vislumbrar una arquitectura comunicativa donde las respuestas de IA no sean muros informativos, sino puertas a ecosistemas de información confiable. Medios, instituciones y reguladores deberán designar las reglas del juego. De no hacerlo, el riesgo es uniformizar el discurso y empobrecer la pluralidad democrática.
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