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03.05.2025: Uso malicioso de IA en desinformación

  • Foto del escritor: Jorge Alberto Hidalgo Toledo
    Jorge Alberto Hidalgo Toledo
  • 4 jul
  • 3 Min. de lectura


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Introducción

En un entorno cada vez más moldeado por la inteligencia artificial (IA), hoy destacan tres tendencias con profundas implicaciones en la comunicación, la ética y la soberanía informativa. Primero, la proliferación de campañas de desinformación orquestadas con IA. Segundo, la transformación estratégica del sector editorial y audiovisual. Tercero, la pugna por la propiedad intelectual en el terreno creativo. Cada una de estas tendencias nos sitúa en un momento crucial de reflexión colectiva.


Desinformación potenciada por IA

Investigaciones recientes de Wired reportan una campaña pro‑rusa denominada “Operation Overload” que utiliza herramientas de IA accesibles a nivel consumidor para generar imágenes, videos y sitios web falsos que favorecen discursos de odio y provocan divisiones políticas y culturales . Esta saturación mediática erosiona la confianza pública, afectando la cohesión social y planteando dilemas éticos en torno a la ciudadanía digital y la autenticidad.


Reconfiguración del ecosistema mediático

En el festival Cannes Lions, altos ejecutivos de medios como Time y Vox abordaron cómo la IA redefine la industria: desde la protección del contenido y la monetización digital hasta el rediseño de las cadenas de valor mediáticas. Esto conlleva tensiones políticas y económicas, pues ejerce presión sobre las estructuras tradicionales y cuestiona modelos de negocio establecidos, lo que obliga a repensar el rol del periodismo y la narrativa cultural.


Litigio por propiedad intelectual creativa

La demanda conjunta de Disney y Universal Studios contra Midjourney pone en evidencia la pugna entre creatividad generativa y derechos de autor. Este litigio marca un precedente decisivo sobre los límites entre uso legítimo y apropiación creativa de personajes, estableciendo un nuevo campo de disputa legal, cultural y ético: la creación generada por máquinas frente a la protección de la creatividad humana.


Estas tres tendencias comparten una dimensión antropológica: redefinen los modos de producción y legitimación del conocimiento. Desde una mirada crítica, apelan a la necesidad imperiosa de construir marcos regulatorios y prácticas comunicativas éticas que aseguren la dignidad humana frente a tecnologías disruptivas.


Resto de las tendencias (en formato de viñetas)

Personalización algorítmica de noticias: Los medios emplean IA para adaptar contenido a audiencias específicas, lo que complementa la reconfiguración industrial y despierta cuestionamientos sobre burbujas y polarización .


Producción virtual en medios audiovisuales: El uso de sets virtuales inteligentes y doblajes automáticos reduce costos y expande fronteras lingüísticas .


IA en relaciones públicas: Informes como el de USC Annenberg muestran una integración creciente de IA en la gestión de reputación y comunicaciones corporativas


Expansión de IoT y Big Data: Con estimaciones de 75 000 millones de dispositivos conectados para fines del año y 80 zettabytes de datos generados, se aceleran análisis predictivos y smart cities


Edge computing: La descentralización del procesamiento de datos optimiza respuesta en entornos IoT y refuerza seguridad y eficiencia


Digital twins: Réplicas digitales de activos físicos que permiten simular procesos industriales, urbanos y sanitarios


Analítica predictiva avanzada: Surge en redes sociales y plataformas de marketing, reforzando la personalización y anticipación de tendencias


Privacidad en Big Data: La incorporación de análisis preservadores de privacidad responde a nuevos requerimientos regulatorios .


Human‑AI collaboration en medios sociales: IA complementa tareas rutinarias permitiendo expresividad humana en contenido y diálogo


Deepfake y confianza pública: Los avances en IA generativa plantean riesgos crecientes de suplantación audiovisual en contenidos informativos


Uniformización lingüística por IA: Estudios señalan un cambio estilístico favorecido por herramientas como ChatGPT, con posibles efectos homogenizadores culturales


Sostenibilidad energética: El impacto del cómputo intensivo en IA exige evaluaciones éticas en términos de consumo y equilibrio ecológico .


Análisis predictivo

Los patrones actuales sugieren un escenario híbrido entre innovación y disputa regulatoria. A corto plazo (6–12 meses), proliferará el uso de IA en contenidos personalizados, producción audiovisual y estrategia comunicativa, acentuando tensiones sobre privacidad, manipulación y derechos de autor. Veremos una escalada de litigios, más iniciativas regulatorias (como el AI Act europeo y acciones judiciales) y mayor presión para transparencia algorítmica.


A mediano plazo (1–3 años), anticipamos la consolidación de marcos éticos y normativos que trasciendan lo reactivo y promuevan una inteligencia artificial orientada a la confianza pública. Ello implicará diseños de sistemas IA explicables, auditorías obligatorias en plataformas de contenido, y una gobernanza que priorice la diversidad cultural y mitigue la crisis de legitimidad institucional en medios.


Para el ecosistema de comunicación y entretenimiento, estas proyecciones implican una oportunidad y un reto. La IA permitirá narrativas más inclusivas y eficientes, pero demanda prácticas responsables que preserven la autoría humana y garanticen pluralidad informativa. Solo a través de una ciudadanía digital crítica y regulaciones integradoras será viable la transición hacia una Quinta Revolución Industrial que centré el ser humano y la cultura, no solo el beneficio tecnológico.

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