Cine y mercadotecnia
Es evidente que cine y
mercadotecnia tienen una relación simbiótica. Desde aquella primera proyección
de los Lumière, los noveles productores y creadores aprovecharon estrategias de
promoción y mercadotecnia para difundir sus contenidos.
El cortometraje de “El Beso” causó un pequeño escándalo, al ser denunciado por su inmoralidad (corto que retrata un casto y mínimo beso que se da una pareja), pero no dejó de ser aprovechado por la casa productora -de Thomas Alva Edison- para sumar audiencia.
Estas estrategias evolucionaron
en los años 20 y 30, al hacer promoción a los ídolos de matiné, entre los que
se encontraban Roscoe “Fatty” Arbuckle (luego caído en desgracia), Clara Bow,
Lilian Gish, la pareja dorada de Mary Pickford y Douglas Fairbanks y por
supuesto, Charlie Chaplin.
Pero más que ahondar en la
historia del cine vamos a hablar de algunas películas que retratan la
transformación de productos y marcas.
En Air (Affleck, 2023), Ben Affleck nos cuenta la historia de cómo
Nike pasa de ser una marca de zapatos deportivos mediana y ligeramente
rascuache, a ser el epítome de lo cool;
todo gracias a la visión de un ejecutivo, Sonny, excelentemente bien
interpretado por Matt Damon quien busca ligar estos tennis a un basquetbolista
cuya estrella va en ascenso: Michael Jordan.
Esta película es una master class en marketing: el saber adaptarse e innovar, reconocer
talento, hacer apuestas y sí, romper las reglas. Además de Damon está Jason
Bateman (con todo y pelo ochentero), como su jefe inmediato, Viola Davis como
la dura negociadora, madre de la estrella Michael Jordan y el propio Ben
Affleck como Phil Knight, el CEO de la empresa.
Otra película, que de hecho está en cartelera, es La otra cara de luna (Berlanti, 2024). Nos cuenta la historia de la
llegada del hombre a la luna en julio de 1969, pero desde un punto de vista
completamente distinto: no sólo hace énfasis en el enorme logro científico y
tecnológico, sino en cómo se dio a conocer este evento que cambió la historia.
Scarlett Johansson hace el papel de una muy carismática Kelly Jones,
mercadóloga en jefe y spin doctor que
hace que esos logros se cacareen.
Irónico que los científicos crean conocimiento, pero son inexpertos en
promoverlo.
Ambas cintas presumen buenos one-liners
y humor, ambas son casos prácticos de mercadotecnia sobre un producto (Air
Jordan) y un momento (la llegada del hombre a la luna) icónicos. Ganan ellos y
nosotros: aprendemos y nos entretenemos.
X. @adriana99
IG: @adrianafernandezcine
Mis críticas en Reforma:
La otra cara de la luna: https://reforma.com/Kdrm4r
Niña buena niña mala: https://t.co/SdVtFw2pWC
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