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Cine y transformación social


 

Dra. Adriana Fernández Rodríguez Macedo

 

Lo hemos platicado por acá: el cine empezó como un esfuerzo documentalista, siendo el primer corto exhibido oficialmente por los Lumière, el de Los trabajadores saliendo de la fábrica (Lumière, 1895).  Lo interesante es justo la actividad retratada, que tiene al obrero como estrella. El cine parece establecerse, desde su inicio, como un interlocutor de los movimientos sociales.




 

Hablando de esta etapa silente, es imposible no pensar en Charlie Chaplin. Este cineasta tuvo una infancia infeliz, llena de carencias y en la que tuvo que buscar su propio sustento. Por eso, en su cine, siempre se inclina a defender a los desamparados, especialmente a los niños y a las mujeres.

 

Ahí están cintas como Luces de la ciudad (Chaplin, 1931), o su obra maestra, Tiempos modernos (Chaplin, 1936), en la que refleja su enorme simpatía por los más desfavorecidos y los movimientos sociales. No por nada tuvo enormes problemas con el senador McCarthy quien lo tachó de comunista en los años cincuenta, y tuvo que exiliarse en Suiza.



 

En la extinta URSS, tampoco cantaron mal las rancheras: Lenin percibió el enorme poder que tenía el cine y al no contar con material fílmico, decidió que el país habría de dedicarse a la teoría y crear la primera escuela de cine del mundo. ¿Su objetivo principal? Exaltar a la revolución. Cuando por fin se obtuvieron insumos, Serguei Eisenstein crea El acorazado Potemkin (Eisenstein, 1925), resaltando la unión del pueblo en contra del zarismo opresor. Una obra magnífica, una innovación fílmica sin precedentes, especialmente en el terreno de la edición. Pero con un contenido propagandista fuerte.




 

Fue la Segunda Guerra Mundial, la que trajo uno de las corrientes cinematográficas más importantes enfocadas en temáticas sociales: el neorrealismo italiano. Atrás había quedado la superficialidad de las “películas de teléfono blanco” de Mussolini, llamadas así porque eran comedias frívolas de la clase alta, que se distinguían por tener un teléfono blanco en sus casas.

 

Por su parte, el neorrealismo se enfoca en retratar con una veracidad increíble, a la gente de a pie, al bolero, la costurera, el párroco del barrio. Ahí tenemos la estrujante Ladrón de bicicletas (De Sica, 1948) de Vittorio de Sica, en la que las calles de Roma, funcionan como un protagonista más de la cinta. El ambiente de la posguerra es infinitamente melancólico y, sin embargo, al final de las cintas de De Sica, parece permear un cierto optimismo, una luz al final del camino. Los trozos que buscan recomponer a una sociedad.




 

En México tuvimos por supuesto, nuestros melodramas de la Época de Oro. Inigualables las producciones de Ismael Rodríguez, en las que resalta la trilogía de Pepe el Toro, al que dio vida el ídolo máximo: Pedro Infante. Interesante leer los mensajes sociales sutiles y no tanto, que arroja esta saga: el carpintero (emulando al bíblico, San José) como héroe, la carestía y dignidad de los pobres, la desconfianza hacia el rico. Con todo, más que una resignación social, hay una auténtica felicidad, que los propios poderosos envidian. En un momento de Nosotros los pobres (Rodríguez, 1948), el maléfico “licenciado” que causa tanto pesar, afirma: “Ustedes los pobres son felices porque tienen amor.” Una sublimación de la pobreza.



 

Qué diferencia con la cinta de Los olvidados (Buñuel, 1950) de Luis Buñuel. Película que enfrentó censura y desprecio por el descarnado retrato de esa misma sociedad, pero visto desde un prisma completamente distinto. Aquí no hay felicidad, sino supervivencia a costa de lo que sea.




 

No hemos llegado ni a la mitad del siglo XX y ya podemos apreciar el enorme peso que tiene el cine como referente de las transformaciones sociales. Y es que el cine es un documento histórico, que irá retratando los cambios en el tejido. Ya seguiremos platicando de ello.

 

Mi crítica de Milagros Inesperados en Reforma: https://www.reforma.com/angeles-inesperados-se-luce-la-protagonista/ar2816610

 

Mi crítica de Intensa-Mente 2 en Reforma: https://www.reforma.com/intensa-mente-2-el-poder-de-la-mente/ar2824439

 

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