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Entretenimiento y cine



 

Adriana Fernández Rodríguez Macedo

 

“There’s no business like show business”, esta melodía compuesta por Irving Berlin, apareció por primera vez en el musical de Broadway Annie Get Your Gun en 1946. En 1954 dio nombre a una película, estelarizada por Marilyn Monroe.

 

Efectivamente, entretenimiento, negocio y cine, van de la mano.

Lo interesante es que los primeros productos cinematográficos, tuvieron un origen más bien documentalista/científico: ahí tenemos el corto primigenio del jinete, creado por el fotógrafo Eadweard Muybridge en 1878, quien experimentaba en torno a un tema científico y pictórico: comprobar si las cuatro patas del caballo se levantan del suelo al galopar. Spoiler alert: sí, pero no cómo aparecía en la mayoría de las pinturas hasta entonces.

 

Más adelante se documentan eventos que van desde un estornudo (El estornudo de Fred Ott, Edison, 1894), hasta un beso (The Kiss, Edison, 1896) que causó escándalo; o cómo se electrocuta a Topsy la elefanta (Electrocutando una elefanta, Edison, 1903), corto bastante grotesco. Todos fueron filmados por la compañía de Thomas Alva Edison, famoso científico y creador del kinetoscopio (antecedente del cinematógrafo), quien siempre tuvo un ojo en el dinero.

 

Llega la primera proyección de cine de los Lumière: Los trabajadores saliendo la fábrica (Lumière, 1895). La experiencia individual ha pasado a un momento colectivo: aquí hay un público nutrido que se emociona desde los confines de la sala oscura. El cine es ahora un medio de entretenimiento masivo, que se volverá altamente redituable.

 

Interesante cómo los americanos, como buenos capitalistas, deciden explotar esta característica comercial: al público, lo que quiera. Surgen la narrativa de ficción y los géneros cinematográficos, muchos de ellos eminentemente norteamericanos, como el western.

 

En 1927 Warner Brothers lanza la primera película sonora: el musical de The Jazz Singer (Crosland, 1927). El asombro y el cisma para el cine mudo es absoluto.



 

Más adelante aparece la screwball comedy que en época de la recesión de los años 30, aparece con la intención de distraer a la gente de los estragos de la crisis económica.

 

Sería muy largo detallar el extenso camino del cine como forma de entretenimiento:  sobre la crisis que sufrió con la aparición de la televisión en los 50 y el renacimiento con los directores del Nuevo Hollywood en los 70. De los blockbusters de los años 80, al cine independiente de los 90.

 

Pero sí vale la pena resaltar, que, en esta segunda década del nuevo milenio, parece haber un escenario caleidoscópico con el surgimiento de las plataformas de streaming y a la par, un cansancio evidente por parte de los espectadores en torno a las secuelas y los productos reciclados.

 

La audiencia parece exigir nuevas narrativas, no escenarios recalentados. ¿Será que está por llegar una segunda etapa del cine de autor? El cine es arte, negocio y entretenimiento. Y el publico del siglo XXI clama porque se satisfagan sus deseos.

 

Mi crítica de Firma Aquí en Reforma: https://www.reforma.com/firma-aqui-amor-y-ciencia-ficcion/ar2804944

 

Mi crítica de Profesión Peligro en Reforma: https://www.reforma.com/profesion-peligro-una-satira-hollywoodense/ar2801140

 

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