El dilema ético de TikTok
El uso
excesivo de las pantallas provoca una diversidad de afectaciones cognitivas y
fisiológicas que apenas comenzamos a entender
Por Eduardo
Portas
En X antes Twitter: @EduPortas
Director de HitPoint.mx,
portal especializado en investigación de temas de interés juvenil
A medida que
nuestra sociedad avanza hacia un enjambre que busca sacarle el mayor provecho a
cualquier aspecto cuantificable, incluyendo la felicidad, como escribió el
filósofo Byung-Chul Han, los límites entre el uso ético de las pantallas y el
comportamiento vinculado a éstas se vuelve un tema cada más importante.
El asunto no es
meramente académico.
En México, una
persona pasa unas nueve horas al día detrás de una pantalla, de las cuales
entre 3.5 y 4.5 son dedicadas a redes sociales.
Diversos
estudios, incluyendo los de la Asociación de Internet MX, confirman ese dato
desde hace varios años. Nuestros propios estudios en HitPoint.mx han encontrado
lo mismo.
Otros
investigadores como Jonathan Haidt ven en este fenómeno una epidemia. Su última
obra “La generación ansiosa”, conecta el uso excesivo de las pantallas con el
aumento de la angustia y la ansiedad en personas sumamente jóvenes, aquellos
que ocupan el grupo etario de la Generación Z y la Alpha. Ese segmento
poblacional, nacido entre 1995 y los 2020s, representa más o menos un cuarto de
la población mundial.
Las líneas
proyectadas a futuro no son halagüeñas: más personas más conectadas a diversos
aparatos que padecen de problemas cognitivos y fisiológicos provocados o
aumentados por un uso desmedido de pantallas.
De ahí que la
decisión de usar estos aparatos entre al terreno de la ética. Si cada vez queda
más claro que las horas que pasamos frente a las pantallas provocan daños
notorios en nuestra persona, ¿para qué usarlos?
De manera más
importante, ¿es ético que un adulto le recomiende a un menor de edad usar tal o
cual app si sabe de los peligros que provoca el comportamiento vinculado a
dicho sistema?
Las razones son
diversas, pero es cada más común ver a un adulto ofrecer, o al menos consentir,
el uso de estas apps en menores de edad para fines de distracción o
entretenimiento.
Hemos hablado de
TikTok en entregas previas. Sin duda, se ha convertido en la plataforma más
adorada entre la Gen Z, pero también la más satanizada por grupos de mayor
edad.
Y los datos no
son para menos. En México hay unas 75 millones cuentas de TikTok, de acuerdo
con el portal de investigación Oberlo.
No solo eso. En
promedio, el mexicano que hace uso de esa app dedica entre 90 y 120 minutos
diarios de su atención a la misma. El primer dato viene del portal WeAreSocial,
actualizado a 2024. El segundo de la investigación que publicamos hace unos
meses en HitPoint.mx.
En cualquier caso
es un dato impresionante cuando lo comparamos con todas las demás redes
sociales que dicen usar los mexicanos: ninguna de ellas llega tan siquiera a la
mitad de tiempo de uso promedio cuando se compara con TikTok.
El propio TikTok
nos ofrece algunos datos cualitativos para poner llevar a debate su uso ético.
Como se puede esperar, la mayor parte de los temas están vinculados al
entretenimiento. En los últimos 120 días, de acuerdo al propio portal, los
trends o hashtags más populares en México del mismo han sido: parati, roblox, lacasadelosfamosos, lacasadelosfamososmx,
girls, pesopluma, lluvia, teammar, escuela, y cumpleaños.
Podríamos seguir
con el listado pero la muestra basta para darnos una idea del inmenso poder que
TikTok ha logrado en nuestro país como una herramienta vinculado al consumo
audiovisual de contenido. Se puede cuestionar la calidad de dicho contenido,
mas no su popularidad, de acuerdo con los datos ofrecidos anteriormente.
En esencia, los
basamentos ético que fundamentaron los códigos de la primera generación de
redes sociales como MySpace, Hi5, Facebook, Twitter, YouTube, entre otras,
quedan desfasados cuando los comparamos con el ferviente uso que los mexicanos
dan a TikTok.
TikTok se ha
convertido en la red socio-digital más importante de México. Su uso ético
tendrá ahora, que incluir alfabetización mediática para que los usuarios, desde
muy jóvenes, sepan que un algoritmo “pegajoso”, el peligro del consumo de las
pantallas fragmentadas, el efecto que provoca la doble pantalla del celular que
nos acompaña cuando observamos otro dispositivo, o la relevancia del “scrolling
infinito” para la salud de las personas, solo por mencionar algunos.
No hay comentarios
Gracias por tu mensaje, en breve te respondemos