La gran oportunidad frente al synthetic media y la muerte de internet como le conoces
- Jorge Alberto Hidalgo Toledo
- 19 jun
- 2 Min. de lectura

Por Eduardo Portas
X: @EduPortas
El autor es docente de la Universidad Anáhuac México. Escribe sobre temas juveniles en México desde su blog HitPoint.mx
En unos pocos años gran parte de lo que se consume en internet será creado por sistemas de inteligencia artificial o bien será imposible diferenciar lo que ha hecho una persona con ayuda estos sistemas. Esto se conoce como synthethic media.
El cambio de paradigma pegará primero a los medios masivos de comunicación porque sus lógicas internas requieren de la producción constante, fabril, de productos informativos. Ahora simplemente le llamarán “contenido”.
Ivan Shkvarun, CEO de la compañía Social Links, lo resume mejor en su lista de tendencias 2025 que impactan desde el ámbito tecnológico aquello que consumimos en la red: el año entrante la producción y consumo de synthetic media volverá a sonar.
El experto prevé que el consumo de estas formas de producción se normalizará en breve y no recibirá la extrañeza que hace poco provocó un programa radial transmitido por la estación OFF Radio Krakow en donde tres avatares hechos completamente con IA condujeron la emisión.
El cambio hacia la normalización de producción y consumo de synthetic media no debe ser ajeno para nadie que pase más de 30 minutos en el internet moderno.
De manera rutinaria aparecen videos hecho con IA en las redes sociales. Aquí mismo, los mensajes de bots llegan a nuestros perfiles sin ninguna razón aparente. Algunas de las compañías han respondido a esta inquietud de muchas personas al decir que estos mensajes aleatorios propician la interacción en sus plataformas, aunque la persona no esté interactuando mas que con bot y no una persona real.
En todo caso el cambio de paradigma es obvio. Cada vez con más regularidad aparecen videos de personas que imitan las voces hechas con IA, esas voces que identificamos claramente como producto de la artificialidad. Otros prefieren imitar la voz de los sistemas de navegación GPS o bien modificar su voz como si fuera hecha con “auto-tune”, una función de muchos programas de música que ayuda a modular la voz de un cantante.
Hace no mucho la actriz Scarlett Johansen se mostró consternada por una voz artificial usada en ChatGPT que era idéntica a la suya, una clara referencia a la película futurista Her. La compañía echó para atrás su intención de incluir esta voz como parte de los asistentes artificiales de su sistema. Cuando no es una persona con la notoriedad de esta actriz sucede lo contrario: las personas no creen que la persona con la que están interactuando desde una plataforma sea realmente ella, sino que está usando un “voice changer” para cambiar su voz en tiempo real.
Todo esto nos lleva a una conclusión lógica: la moneda de cambio más valiosa en el internet moderno se ha vuelto la autenticidad humana. Ante la avalancha de artificialidad, el cansancio. De ahí que un regreso a lo netamente humano no solo sea necesario, sino añorado con ahínco por millones de personas que prefieren que sus interacciones digitales se lleven a cabo con personas de carne y hueso aunque se llevan a cabo desde una pantalla.
Frente a esa realidad, la IA topa con pared porque si algo frustra a cualquier persona es la incertidumbre de no saber con quién está hablando.
Comments