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5+5=25



 5+5=25

El Terremoto de 1985


Un evento que cambió drásticamente el rumbo de muchos jovenes, hoy egresados de la Anahuac, fue el gran terremoto de la Ciudad de México el 19 de septiembre de 1985. En ese momento, yo era alumno de Comunicación y presidente de la Federación de Sociedades de Alumnos (FESAL) y María Inés, hoy mi esposa, ocupaba el cargo de Secretaria General. Teníamos un plan muy ambicioso que habíamos elaborado durante el verano para mejorar la vida universitaria y los servicios académicos.


El 19 de septiembre de 1985, me encontraba en casa, al norte de la Ciudad de México, cuando ocurrió el terremoto. Aunque lo sentí fuerte, no me pareció diferente a otros temblores anteriores. 


Ese día, fui a la universidad como de costumbre. Al llegar, Juan Ignacio Steta, fundador de ASUA y un egresado de Ingenieria muy estimado, me abordó en el pasillo al lado de la rectoria. Con urgencia, me preguntó qué íbamos a hacer ante la catástrofe que había asolado la ciudad. 


Yo, sorprendido y sin información sobre la magnitud del desastre, escuché su sugerencia: “llama a Radio Red y ofrecer la Universidad Anáhuac como centro de acopio para víveres y ayuda para los damnificados”. Siguiendo su consejo, utilicé el teléfono público que tenía enfrente para hacer la llamada. 


En la cabina de la radio, me conectaron en vivo durante el noticiero de José Gutierrez Vivó, el más escuchado en la Ciudad de México en ese momento. Anuncié nuestra iniciativa de ser un centro de acopio, lo cual desencadenó una impresionante respuesta de solidaridad, convirtiendo el campus en un gigante almacén de víveres, ropa, herramientas y medicinas.


La universidad suspendió clases y nos convertirnos en rescatistas y activistas en la labor de recopilación y distribución de suministros. 


Los jóvenes de esa época nos encontramos en las calles de la devastada Ciudad de México y nos reunimos para organizar mejor nuestra labor desde cada recinto universitario. Fue así como conocí a un entrañable amigo, Claudio X. Gonzalez, presidente de los alumnos de la Libre de Derecho y a muchos otros jóvenes y grandes amigos de todas las universidades de CDMX y de la organización Gente Nueva que se volcaron en la ayuda a la comunidad.


Durante esas arduas labores, diseñamos un póster que presentaba la ecuación: 


“5+5=25: 

Cuando los jóvenes se unen, no se suman, se multiplican” 

con la firma 

"La Juventud Mexicana". 


Con el paso de los meses y el tiempo, he comprobado que esta ecuación es absolutamente cierta. La solidaridad y el esfuerzo conjunto de los jóvenes pueden lograr multiplicar el impacto de nuestras acciones de una manera sorprendente. Este evento nos enseñó que, cuando nos unimos en momentos de necesidad, somos capaces de marcar una diferencia significativa en la vida de quienes nos rodean. Lo mismo sucedió en la gran tragedia de Valencia hace unos días y recordé esta experiencia.


Así que fue verdad que 5 más 5 es igual a 25: Cuando los jóvenes se unen, no se suman, se multiplican.


Roberto Sanchez Mejorada

Egresado Comunicación 1981-1986

Mejorada@me.com

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