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Signo vital : comunicación estratégica para la promoción de la salud

 



Signo vital : comunicación estratégica para la promoción de la salud / Jorge Alberto Hidalgo Toledo, Delia Guadalupe Gómez Morales (coordinadores).

Colaborador(es): Hidalgo Toledo, Jorge Alberto [coord.] | Gómez Morales, Delia Guadalupe [coord.]Tipo de material: TextoTextoIdioma: EspañolDetalles de publicación: México : Porrúa : Universidad Anáhuac, 2011Descripción: xix, 264 p. ; 23 cmISBN: 9786070908576Tema(s): Comunicación en salud pública | Medicina preventiva -- Sistemas de comunicación
Jorge Alberto Hidalgo Toledo y Delia Guadalupe Gómez Morales Signo Vital. Comunicación estratégica para la promoción de la salud. 2011 México: Editorial Porrúa y Universidad Anáhuac ISBN: 9786070908576 283 páginas 104 Revista de Comunicación y Salud, Vol. 2, nº 2, pp. 103-106, 2012 
Reseñado por Jerónimo Repoll Universidad Autónoma de Ciudad de México Ciudad de México, México 
La relación entre salud y comunicación es necesaria e ineludible. Este libro analiza el campo de la comunicación estratégica en el ámbito de la salud desde la mirada del investigador de la comunicación, discutiendo teórica, metodológica y epistemológicamente. A partir de una lectura transversal de los capítulos, elaborados por diferentes autores, concluimos que en el campo académico de la comunicación, tanto en el ámbito de la docencia como en el de la investigación, la intersección entre salud y comunicación brilla por su ausencia. Son extraordinarias y marginales las investigaciones sobre comunicación y salud, y prácticamente inexistente la salud como campo y problema en los planes de estudio de licenciaturas y postgrados de comunicación en América Latina. Ante este panorama, el libro Signo Vital constituye una aportación saludable y necesaria. A lo largo de 12 capítulos el lector encontrará descripción y análisis de experiencias tanto como diagnósticos y propuestas de modelos de comunicación estratégica. 
En este marco, el libro asume el desafío de dirigirse a un público amplio y diverso, compuesto por investigadores, especialistas, docentes y consultores. Cada uno de ellos encontrará capítulos más afines que otros a su actividad. A excepción de uno de los artículos, que explora los procesos interpersonales interculturales desde la formación en salud, el libro se concentra en las estrategias de comunicación masiva, enfocado desde una perspectiva de mercadotecnia social. Este sesgo no debería asumirse como una delimitación del campo sino como un recorte de los autores. En este sentido, mientras se ilumina la búsqueda de un modelo de comunicación estratégica eficaz, se opaca el análisis y comprensión de la complejidad de los procesos de comunicación en el ámbito de la salud. Y, aunque no debiera ser una consecuencia necesaria, en varios pasajes del libro parece primar la preocupación por la transmisión de información que por los procesos de comunicación, donde se disputa, resiste y negocia el sentido propuesto por medios de comunicación, instituciones y profesionales de la salud. Por otro lado, una constante del libro es el reconocimiento de un marco referencial común respecto de la salud, en general, y de la promoción de la salud en particular, alineado con la definición institucional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Es desde allí que Jorge Hidalgo sostiene que “el gran reto del comunicador ya no está solamente en comunicar para mejorar el estado de salud de la población, sino para preservarla, y ello implica redefinir las acciones, replantear las metodologías, ajustar las herramientas, innovar en las implementaciones y enfatizar en las evaluaciones como parte fundamental de la responsabilidad social del comunicador”. Previa a esta conclusión el autor desagrega los elementos que componen la comunicación estratégica. En este sentido, si bien el artículo tiene como referente el ámbito de la salud, su modelo de programa de comunicación 360° puede ser aplicado a diferentes objetos que requieran del diseño de una estrategia de comunicación, siempre desde una perspectiva de mercadotecnia social. Antes que receta, dicho modelo se propone como una guía que el profesional debe adaptar a cada situación de comunicación. Finalmente, el autor cierra su trabajo con un listado de 13 recomendaciones para la institucionalización de la comunicación estratégica para la promoción de la salud. Siguiendo con la presentación del contenido del libro, en el segundo capítulo, Bañuelos y González pretenden dar cuenta, desde su propia experiencia pero también desde referentes empíricos y teóricos, de qué entender por comunicación estratégica en salud. Junto con las definiciones clásicas de la OMS y OPS, los autores la describen como una actividad creativa, donde la interdisciplinariedad entre comunicadores y trabajadores de la salud se entiende como necesaria. Esta apuesta se redobla en el quinto capítulo, donde José Amozurrutia aboga por la “conjugación de las tres culturas –comunicación/información/conocimiento- dentro del marco de una Cibercultura, que exigen de una actividad interdisciplinaria dentro del tejido de las especialidades y disciplinas asociadas en los problemas” de salud pública.
En la misma línea, María Elena Zermeño presenta un estado del arte de la promoción y comunicación para la salud a partir del cual subraya la dimensión transdiciplinar de un campo de conocimiento e intervención emergente. Esto se complementa con la reflexión metodológica que realizan Bonilla, Morales y Vázquez a partir de la convergencia de investigadores, docentes y estudiantes de enfermería, comunicación y psicología en un mismo proyecto de investigación. Por otro lado, una de las ideas fuerza a la hora de comprender la intersección entre salud y comunicación es la de divulgación de la ciencia. Aquí la pregunta evidente es cómo comunicar el conocimiento generado en el campo de la salud a un público amplio, que no comparte un mínimo de sentido común con los científicos especializados en el tema. Así, el periodismo de divulgación se descubre como una herramienta clave. Sobre este mismo ámbito, el periodismo, Guillermina Baena reflexiona sobre las características de la formación de comunicadores para la salud ante emergencias y desastres. La autora señala un importante desfase entre los planes de estudio de las carreras de comunicación en México y las necesidades y cambios en la sociedad contemporánea. En tal sentido, el gran desafío es formar un comunicador capaz de dar cuenta de la convergencia tecnológica en la producción tanto como de las lógicas de un público cada vez más complejo por su diversidad y nomadismo a la hora de interactuar con los productos comunicativos. En el capítulo cuatro, Ileana Cruz aborda la relación entre comunicación y salud desde la educación y formación de hábitos saludables que permitan conservar o restablecer la buena salud. Específicamente, la autora realiza un análisis de la propuesta de la Secretaría de Educación Pública de México a través de los libros de texto gratuitos, del cual extrae una conclusión principal: la formación de hábitos saludables no puede limitarse a lo que proponen los libros de texto, al contrario, debe comprender una estrategia integral donde colaboren diversas instituciones, entre las cuales se desataca la familia, la escuela y los medios de comunicación. Retomando el análisis de campañas masivas, Cándido Pérez describe la implementación de una campaña de posicionamiento de cuidados paliativos, mientras que Delia Gómez analiza las campañas de salud en México durante el período 2006-2008, asumiendo la concepción de campaña social que persigue un cambio social deseado en el marco de la mercadotecnia social. Más allá del análisis de cada campaña, la sistematización de las campañas constituye en sí mismo un insumo informativo básico tanto para el análisis como para el diseño de futuras campañas en México, y un parámetro para experiencias en otros contextos nacionales. Si bien el libro recoge un mayor número de trabajos y autores mexicanos, los tres últimos artículos nos presentan experiencias en Brasil, Chile y Puerto Rico, anclando el libro en un contexto de producción y preocupación latinoamericano. Teniendo a Brasil como escenario, Graciela Natanshon, asumiendo la relación mediosaudiencia como un entramado de producción social de sentido, propone una aproximación teórico-metodológica para abordar la dinámica de producción-recepción-circulación de la información con el objetivo de realizar una cartografía de los sujetos y sus discursos de salud en territorios delimitados. La autora hace hincapié en la asimetría de la relación mediosaudiencias tanto como en la resistencia de éstas en el momento de la recepción y apropiación del sentido. Debe destacarse que, si bien el lugar desde donde habla es Brasil, esta propuesta de cartografía es transferible y deseable para distintos contextos socioculturales, más allá de las fronteras nacionales. 
Del Valle y Cofre analizan la formación de técnicos mapuches en salud, un profesional capaz de mediar cultural y lingüísticamente la atención de salud y, al mismo tiempo, validar la medicina mapuche. Este proyecto concibe como necesario el reconocimiento de la situación de interculturalidad en el ámbito de la salud en sociedades multiculturales, como es el caso de la sociedad chilena. Al concebir a la interculturalidad como un proceso de producción social de sentido, esta propuesta subraya la centralidad de los procesos de comunicación interpersonal e intercultural en el ámbito de la salud. Esto no sólo es significativo para las comunidades indígenas, sino para buena parte de las sociedades contemporáneas, cada vez más multiculturales gracias a la intensificación de los flujos migratorios internacionales. Finalmente, Sandra Fábregas y Mayra Vega argumentan y fundamentan la constitución de un Instituto Latinoamericano de Comunicación en Salud, a partir de los magros resultados que arrojó el diagnóstico del campo de la investigación y formación en comunicación social en América Latina realizado por las mismas autoras. Este Instituto, con sede en Puerto Rico, propone desarrollar investigación interdisciplinaria, integrada por profesionales de la salud y comunicadores sociales, al mismo tiempo que establecer un modelo de servicios de comunicación en salud. Signo Vital comprende un conjunto de miradas al campo de la comunicación y la salud válidas para un lector que recién descubre el tema como para aquellos profesionales que trabajan día a día en él. Sin duda, este libro será un texto de referencia tanto por la pertinencia social de su ámbito de incidencia y la agenda de trabajo que sugiere como por las propuestas de diseño, desarrollo y evaluación de la comunicación estratégica para la promoción de la salud.

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