Por Eduardo Portas
@EduPortas
El autor es director de HitPoint.mx, portal especializado en investigación de temas juveniles en México
El legado de Neil Postman (1931-2003) en el mundo de la Comunicación es bien conocido. Lo que tal vez no se conozca es que el teórico también lanzó una serie de premociones morales sobre la ciudadanía digital que bien valen la pena releerse para comprender el ecosistema mediático contemporáneo.
En su conferencia “The Humanism of Media Ecology”, impartida en la Universidad de Fordham en junio del año 2000, Postman cuestionó el crecimiento inusitado de los medios electrónicos, particularmente del internet.
Su interés se centró en la democracia, un aspecto fundamental para aquellos que participan activamente en internet y la sociedad al ejercer sus derechos digitales.
Este término tomó mayor relevancia a la vuelta del siglo cuando internet comenzó a popularizarse entre la población en general. A partir de ese cambio tecnológico, las personas comenzaron a desdoblarse en dos ámbitos de manera simultánea: el mundo real y el mundo digital. La democracia y la justicia, concluimos, debía mantenerse en ambos.
Pero la masificación de las redes sociales trastornó por completo esa sencilla ecuación y la divergencia solo se aceleró a partir de que las redes pudieron ser utilizadas desde dispositivos inteligentes, más o menos alrededor del año 2007, cuando salió a la venta el primer iPhone.
Desde ese momento la ciudadanía digital ha estado en repliegue. Aunque una persona reconozca que la democracia es algo intrínsecamente bueno, cada vez existe mayor evidencia de que las personas se comportan de muchas maneras excepto de algo que podríamos etiquetar como democrático.
Las razones de este comportamiento poco democrático son muchas y diversas: anonimato, pensamiento de grupo, falta de sentido común, problemas cognitivos o emocionales, inmadurez, y un largo etcétera.
Más allá de las razones, los comportamientos son bien conocidos: agresividad, intolerancia, incapacidad para dialogar con el otro, normalizar el consumo de violencia, mofarse de las desgracias de los demás de manera sistemática, solo por mencionar algunos comportamientos que distan notoriamente del ciudadano digital ideal.
Postman lo vio claramente al preguntarse: “¿esta nueva tecnología me permite mantener un balance entre un sentido de cohesión e individualismo, ambos necesarios para una democracia humanitaria?”. O de manera más específica: “¿hasta qué punto contribuye este medio al desarrollo del proceso democrático?”, se preguntó en la conferencia citada arriba.
Postman detectó un problema con el aislamiento de las personas. A diferencia de la lectura y escritura, que sin duda aísla, el medio electrónico en donde está incluido el internet, potencia la soledad porque crea un desbalance social y la práctica democrática.
Vinculado a esta pregunta se encuentra aquella que involucra el acceso a mejor información. ¿Este nuevo aparato me permite tener información relevante? Postman argumenta que el internet no cumple con ese requisito. Ofrece un torrente informativo, pero no provee las herramientas para evaluar la calidad de tanta información, la cual se ha convertido en basura, poco más que una distracción.
Es difícil leer ese párrafo y no pensar en las redes sociales contemporáneas.
También se preguntó si un nuevo medio aumenta o disminuye nuestro sentido moral así como nuestra capacidad de bondad. Aquí Postman dice que la maldad y el odio son parte de la naturaleza humana, así como es el amor y el sentido de protección. Cada nuevo aparato o sistema que aparece libera o suprime esas cualidades innatas del ser humano, afirma. De nuevo, es imposible no leer estas ideas e ignorar el ecosistema de las redes sociales y el internet como se presenta para una persona sin mayor alfabetización mediática en la actualidad.
Finalmente, Postman también se preguntó si un nuevo medio contribuye o no al desarrollo del pensamiento racional. La respuesta, como cualquier usuario de redes sociales puede intuir, ha estado a la vista de todos los ciudadanos digitales desde hace un buen rato.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu mensaje, en breve te respondemos